lunes, 6 de julio de 2009

Otra metáfora de Milton Erickson

El famoso hipnoterapeuta, Milton Erickson contaba que cuando era pequeño, vivía en pequeño pueblo de Nevada, le encantaba la nieve. Cuando se levantaba por la mañana y descubría el blanco manto, se apresuraba para ser el primero en llegar a la escuela. Por el camino, iba realizando zigzags y dejando sus huellas en la nieve, de manera que otros niños que salían más tarde de casa, pasaban por sus mismas huellas. Erickson se extrañaba porque cuando regresaba a casa, se daba cuenta de cómo sus huellas eran mucho más profundas, lo que le llevó a descubrir que, a pesar de que hiciera zigzags durante el recorrido, era tan grande el impulso de seguir un hábito que sus compañeros pisaban por dónde él había pasado. Así se instalan los hábitos en nuestro cerebro, explicaba Erickson. Una curiosa manera de explicar cómo una conducta acaba convertida en hábito.

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1 comentarios:

Anonymous iván ha dicho...

Que padre metáfora, un bonito para recordar que el ser humano es un animal de hábitos, algunos extraños otros inútiles, pero al fin hábitos

9 de abril de 2010, 2:59  

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