miércoles, 9 de diciembre de 2009

El "indio del agujero" atacado en Brasil

Oí hablar del "indio del agujero" hace unos años. Es el único superviviente de una tribu amazónica de Brasil. Todos los demás miembros de su etnia han muerto. Quizás es el hombre más solo del planeta, o quizás no, pues su soledad es solamente física. Hoy, que Naciones Unidas celebra el Día de los Derechos Humanos con el lema "no discriminación" me gustaría recordar a los pueblos indígenas que aún habitan la Tierra.

He tenido la suerte de conocer y disfrutar de diferentes etnias indígenas en el mundo, desde Australia a Malasia, pasando por África, Latinoamérica e incluso los indios norteamericanos. Para mí es un orgullo haber compartido con ellos sus vivencias y, sobre todo, su excelente relación con la "Pachamama", la madre Tierra. Aunque fue hace unos años cuando realizando un vuelo sobre la amazonia venezolana pude conocer lo que son los "indígenas no contactados", personas que viven como hace miles de años y que no han tenido relación con el mundo "civilizado" (aunque no me guste mucho usar esta palabra para describir a la sociedad en la que vivimos). Eran poblados circulares, de casitas como la de la foto, que pertenece al "indio del agujero", sin carreteras ni caminos que lleguen hasta ellas. Fue una sensación impresionante descubrir que hay seres humanos que viven hoy en día con tradiciones y culturas milenarias.

El "indio del agujero", al que se le llama así porque excava agujeros en el terreno para capturar animales, fue atacado hace un mes por los disparos de terratenientes ganaderos que no quieren tenerle en "sus tierras", aunque en realidad, son las tierras de la tribu de los akuntsu, a la que pertenece su último superviviente. Cuando este hombre desaparezca, ojalá que no sea abatido por las balas del "hombre blanco", un trocito del planeta morirá con él, pues se llevará a la tumba toda la riqueza cultural de un pueblo al que los demás no supimos respetar.

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1 comentarios:

Blogger AVC ha dicho...

¡Estupendo post! Ojalá alguien decida vivir con el "indio del agujero" y aprender de él. ¡Mientras haya vida, hay esperanza!

10 de diciembre de 2009, 22:41  

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