miércoles, 14 de diciembre de 2011

¿Qué debería hacer Iñaki Urdangarín?

La situación en la que se encuentra Iñaki Urdangarín estos días no es fácil. No es la intención de este post entrar en atacarle o defenderle. El objetivo de esta entrada es analizar, desde ciertos puntos de vista, qué es lo que este hombre podría hacer para salir del atolladero en el que se encuentra. Para ello se va a partir de la inteligencia emocional, el uso de la Oratoria y el conocimiento de la transmisión de emociones. 

Si en realidad Iñaki Urdangarín ha tenido una conducta "no ejemplar" como indicó el portavoz de la Casa Real, lo primero que debería hacer es abandonar su actitud "defensiva", -demostrada a través de su abogado- culpando a los medios de comunicación y mostrándose "indignado" por lo que se está diciendo sobre él. Eso sólo le va a traer más enemistades y más desprecio por parte de la opinión pública. 

Una buena solución para este caso sería enfrentarse a ello con inteligencia emocional. Urdangarín debería abandonar su retiro en Washington para "dar la cara" ante la justicia. Volver a España y aclarar las cosas. Confesar lo que tenga que confesar, devolver el dinero que no es suyo, colaborar con la justicia y pedir perdón. Desde luego, la justicia tendría que tomar decisiones y él, con responsabilidad, debería acatarlas,  sean las que sean. Una vez sabidas éstas, Iñaki Urdangarín podría dar una rueda de prensa en la que se mostrara avergonzado por el daño hecho a los españoles, a la Casa Real y a su esposa. Además, debería estar dispuesto a cumplir su pena. 

Si Urdangarín hiciera esto, y se mostrara ante el público con humildad, hablando desde el corazón, indicando que como ser humano ha tomado decisiones equivocadas y que se arrepiente de ello, entonces la gente estaría dispuesta a perdonar (siempre que haya colaborado con la justicia y devuelto el dinero si se demuestra que es culpable). La opinión pública perdona a las personas que se arrepienten, que se muestran compungidas por lo que han hecho, que reconocen sus errores. Pero no perdona el orgullo ni la arrogancia. 

A mi modo de ver, si es verdad todo lo que se está diciendo sobre él -no se debe olvidar la presunción de inocencia- Iñaki Urdangarín tiene pocas posibilidades de salir bien parado de todo esto. Ésta es una solución posible. Para ello se necesita humildad. 

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1 comentarios:

Anonymous IsaOtero ha dicho...

Ni más ni menos, lo comparto a 100%. Antes o después se va a saber la verdad y su actitud actual no es más que un signo de egoísmo hacia su imagen y La Casa Real, perjudicándola seriamente.
Enhorabuena por tu blog, siempre es muy interesante. Un saludo, Isabel
www.veroirhablar.wordpress.com

14 de diciembre de 2011, 15:07  

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