martes, 10 de octubre de 2017

Analizando el discurso de Josep Borrell (8-10-2017)



Hacía tiempo que no escuchábamos en España, desde el punto de vista de la Oratoria, un discurso tan bueno. Como directora de la Escuela Europea de Oratoria no entró aquí a valorar esta intervención desde un punto de vista político, que no es mi labor, sino exclusivamente desde el ámbito de hablar en público. 

LENGUAJE VERBAL

Uso de un objeto y "redondeo" del discurso

El lenguaje verbal se refiere al mensaje, lo que se dice. Pues bien, para empezar, hace dos cosas muy interesantes: por un lado, llevar una bandera en la mano (mostrar un objeto siempre es atrayente), llama la atención. Por otro, comenzar precisamente hablando de ese símbolo, la bandera de la Unión Europea. No solo la emplea al principio sino que termina también mencionando la bandera. Esto de comenzar y terminar con lo mismo se denomina "redondear el discurso" y es un buen recurso. 

Por supuesto, otra cosa destacada en cuanto a lenguaje verbal -sobre todo en España- es la realización del discurso en cuatro idiomas: catalán, español, inglés y francés. Esto ya le da una riqueza en cuanto al lenguaje verbal, impresionante porque puede llegar a muchas más personas. 

Además, el utilizar la primera persona del plural, nosotros, implica que él se incluye en lo que está haciendo, apelando a la unidad del orador con la audiencia para la que habla:  "Estamos aquí", "hagamos"...:

Uso de retórica

Las figuras retóricas se emplean para dar más riqueza al discurso, mayor musicalidad. Los grandes discursos de la Historia usan la retórica. Ejemplos de las figuras retóricas que utiliza Borrell:

Metáforas: se emplea una idea más visual para aclarar un concepto: "la convivencia se ha roto", "volver a rehacerla", "este país se irá por el precipio", "dos grandes profetas", "las fronteras son las cicatrices...", "no gritéis como turbas del circo romano", etc...

Anáforas: repetición de la primera parte de la frase en varias frases seguidas: "¿Cómo es posible que la presidenta...? ¿Cómo es posible que una institución...? ¿Cómo es posible que el conseller...?", esta figura retórica consigue dar más musicalidad al discurso. 

Antítesis: empleo de conceptos opuestos: "el que vota a otro no es catalán. Claro que lo es", "no sois ciudadanos sino súbditos", 

Enumeraciones: serie de palabras o expresiones similares: "extrememos el respeto, reconstruyamos el afecto, que nos queramos"; "llamamiento a la sensatez, al respeto de la pluralidad, a la convivencia..."

Además de las figuras retóricas, usa un storytelling: "Tengo un amigo que vive en la Luna", empleando esta historia hace que el tema nos llegue más. 

LENGUAJE PARAVERBAL

Este lenguaje se refiere a la voz que utilizamos. Borrell la emplea muy bien, poniendo fuerza y pasión en lo que está diciendo. 

Usa el estilo directo: al contar el storytelling sobre el amigo de la Luna, lo hace abriendo dos puntos y comillas, de manera que hace el diálogo con su amigo más real. 

Emplea preguntas, bien dirigidas a algún colectivo: a los empresarios: "¿No podíais decirlo antes?", "¿Por qué no lo decíais en público?"; Sr. Junqueras: "¿Usted se piensa que la UE los van a recibir con los brazos abiertos?"; bien retóricas: "¿Qué país no tiene problemas?". 

Tanto la retórica, como el empleo del storytelling en estilo directo o las preguntas hacen que Borrell haga un buen uso de la voz, jugando bien con ella, consiguiendo que el mensaje llegue mejor. 

LENGUAJE NO VERBAL

Es el lenguaje de los gestos, de la expresión corporal. Para que un orador resulte creíble sus tres tipos de lenguaje (verbal, no verbal y paraverbal) deber ir alineados, es decir ser coherente. 

En el caso de este discurso, Josep Borrell consigue hacerlo al acompañar perfectamente su lenguaje verbal con la voz adecuada, así como con una gesticulación que acompaña lo que va diciendo. Sus manos se mueven de acuerdo con lo que va indicando, mostrando fuerza en sus gestos. Sus microgestos, los de su rostro igualmente son consecuentes con lo que expresa.

Un elemento más que quiero destacar es que el orador es consciente en todo momento de la respuesta de su audiencia, de manera que, en varias ocasiones, hace referencia a lo que éste está expresando: "Parece que estáis de acuerdo conmigo", "no gritéis...", etc...

Conclusión: el discurso de Josep Borrell es un buen ejemplo de excelente Oratoria y demuestra las buenas dotes de su protagonista. 

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